lunes, abril 30, 2007

Chapeau, José Pedro

Supongo que me tiran las raíces. Si no ¿de qué? Yo soy más aficionada al toreo caro, al de detalles, al de estética, pero reconozco que este hombre pequeño y fibroso me hace no caber en mi asiento cada vez que logra una gesta como la de ayer, tirando de todo su oficio, demostrando que eso de que se mejora con el paso de los años, como los vinos, no es ninguna frase hecha.
Y es que le oigo contestar a las preguntas que le hacen entre barreras y sonrío para mí, porque así es como habla mi padre y todos aquellos que se criaron en este pueblo convertido en ciudad a las puertas de Madrid que es Fuenlabrada. Campechano, llano, honesto y sincero. Las tiranteces de los que se creen figuras no van con él, y es que todo lo que ha ganado en esta vida tiene el sello de su sudor, de su esfuerzo y de su sangre. Pertenece al grupo de "los otros".
Me encanta verle por la iglesia el Día del Cristo, como un miembro más de la Hermandad, como un fuenlabreño de los de toda la vida que se "maquea" en tal fecha para presentarle sus respetos al patrón de la ciudad. Me encanta ver a su madre, a "Anita la del Fundi", que vive en una casa baja de mi misma calle, como lo lleva haciendo desde que yo tengo uso de razón.
Sí, "Anita la del Fundi" y cuando la llaman así no se refieren a su hijo, sino a su difunto marido, porque el nombre de Fundi es un apodo que ha pasado de padres a hijos, un modo de distinguir a cada familia, al igual que yo soy "carraba" o "cascales" y otros son "mieleros" o "esquilas". ¿De dónde le viene a él ese "alias"? Pues ni idea, señores, si algún día lo sé, no se preocupen, que lo contaré.

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miércoles, abril 25, 2007

Mago de Oz

Lo más triste para una persona a la que le gusta escribir es no tener nada que decir, o creer que aquello de lo que puede hablar seguramente no resulte interesante al receptor. Teorías de la comunicación y del relato informativo han estado pasando por encima de la mesa de mi escritorio durante cuatro años que realmente no se hicieron tan largos, que sólo fueron conducidos por la inercia de una rutina cómoda, fácil de llevar. Amable, en una palabra. De poco me sirvieron, o más bien de nada. Han formado parte de todas esas cosas que se aprenden con el único objetivo de aprobar, sin archivarlos en la memoria caché de nuestro cerebro.
Si con 18 años hubiera tenido la experiencia que tengo ahora, con 23, las cosas habrían sido muy distintas y yo ahora me sentiría satisfecha de haber podido escoger el camino que siempre me dictó la conciencia, desde que comencé a hacer conjeturas sobre lo que habría debajo del suelo que pisamos aún teniendo una relativa corta edad. Sin embargo, ese camino de baldosas amarillas ya sabe dónde está su Mago de Oz. Puede ser que la decisión no haya sido la más correcta, que tome el camino de los borregos que no están hechos para la lucha, pero sé qué es lo que quiero y cómo voy a lograrlo. Ahora sólo espero contar con un poco de suerte.
P.D: Este es el resultado de escribir dejando suelta la mente, que termino desembuchando.

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lunes, abril 23, 2007

Que... que...quetequieromucho

"Es como un cachito de pan". Así es como siempre la defino y no me falta razón. Si todos fueran como ella las guerras no existirían, ni los rencores, ni el daño causado a conciencia, de eso estoy segura. Nunca me ha registrado el bolso ni ha dudado de mi palabra. De hecho, cuando tenía que mentir (que buenas bolas he metido por causas de fuerza mayor, léase "chicos") siempre lo creyó todo a pies juntillas, o eso me parece a mí.
Y es que hoy cumple 63 años y doy mi palabra de que no sabe lo que es ser mala. Bueno sí, como todo Tauro, cuando se cabrea, tiene más cojones que el caballo de Espartero y se pone "más pesá que una vaca en brazos", pero es que algo tenía que tener, en caso contrario sería perfecta. Además, de algún lado me tenía que venir a mí también el mal genio, que los genes no se han olvidado de transmitírmelo.
Mío suyo también es el pelo negro, la piel morena, y algunos de esos gestos que me voy descubriendo a medida que pasan los años. Incluso sin verme, sé que está en mi forma de mirar, en mi voz. Como ella, tampoco sé qué significa decir que no y me tomo muy a pecho determinadas cosas.
De hecho, esta noche ha llegado a casa cabreada. Vuelve de Mallorca y no ha pisado la playa por culpa de voluntades ajenas. "Ya sabes Covi, esas cosas que te hacen y te caen mal". (Si tú supieras, mamá, que yo de eso sé mucho... Las dos nos callamos como perras y terminamos reventando, ¿eh?) "Pues no te creas, que les he dicho que yo cedo siempre con ellas, que porque cedan un día conmigo tampoco va a pasar nada" (Si es que somos madre e hija...)
Su vida no fue un camino de rosas. No lo fue y sigue sin serlo. Nació en plena posguerra y en el colegio, para algunas compañeras, siempre fue "roja", pero eso forma parte de otra historia que tal vez cuente aquí algún día. Tan sólo pretendo rendirle un homenaje, sin que ella lo sepa, aunque ahora que llego al final pienso que este mojón no es lo que se merece, precisamente. Que no es mi noche y que tengo tantas cosas que decirle que no sé ni tan siquiera cómo enlazarlas, cómo darles forma:
Que... que... que gracias por todo.
Que... que... que no me imagino nada sin ti.
Que... que... quetequieromucho.
Que feliz cumpleaños, mamá.
Que... eso.

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martes, abril 17, 2007

Meme: En la piel de otro


Me ha costado mucho sacarlo. Noelia me pasó hace ya mucho un meme, pero yo lo vi el sábado y, desde entonces, como a mí se me pica fácilmente con estas cosas, comencé a darle vueltas a la cabeza para decidir quién me habría gustado ser.

Finalmente he optado por ella: María Galiana. En esta actriz veo muchas de las cosas que me gustaría tener el día de mañana: La ilusión por alcanzar un propósito, unida a la madurez y a la experiencia que da el cargar con unos cuantos años a la espalda. Me encanta su discreción, su talento, su serenidad, su claridad de ideas. Resumiendo, la admiro.

De hecho, hace poco estuve viéndola actuar en la versión que de La Casa de Bernarda Alba estrenaron en el Centro Cultural de la Villa. Galiana interpretaba el papel de La Poncia. Yo no entiendo mucho de teatro, ni de cine, aunque es algo que me gusta. En cambio, sólo puedo decir que me convenció y que la sala entera la aplaudió a ella con fuerza al final de la obra.


Imagen: Vicente González, 20 minutos

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viernes, abril 13, 2007

El nuevo deporte rey

Tocar los cojones va a pasar dentro de poco a ser deporte nacional. No, no me refiero a la práctica común entre los futbolistas de intentar "desestabilizar al contrario" echando mano a las partes nobles del contrincante. Más bien hago referencia a la habilidad que muchos tienen de tensar la cuerda de los otros, jugando a ver si se rompe o no.
Opinar sobre todo y arrimar el ascua a la sardina de cada uno son dos cosas sin las cuales los españolitos no podemos pasar. Yo, muchas veces, tampoco. Aunque, sin intentar parecer una egocéntrica que alaba sus cualidades por encima de las ajenas, la conciencia suele pegarme martillazos con mayor asiduidad que a la mayoría de los mortales, parece ser. En fin lo de "el mundo por montera" debe dejar de ser tarde o temporano sólo el título del blog.
P.D: ¿Qué le voy a hacer si no vamos a la misma velocidad?


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jueves, abril 05, 2007

Dos horas y media

Del todo a la nada en dos horas y media. De lo dulce a lo amargo. De la felicidad a la tristeza. De la mejor compañía a la más absoluta soledad. De encontrarse por un momento a volver a perderse por el camino. De la vida en muerte a la muerte en vida. Dos horas y media.
Un vagón de tren desierto, vacío como los días que van a venir, se ocupa de deshacer sonrisas y construir penas. La pesadumbre nos da con insistencia en el hombro para evitar caer en el sueño y las imágenes recientes duelen como punzadas en las sienes al saber que todo cambiará en cuestión de minutos.

Nada consuela, todo duele. En dos horas y media.

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