domingo, enero 07, 2007

Bushido: El camino del guerrero

El otro día vi la película El último Samurai por televisión. Creo recordar que las críticas no fueron muy buenas y, desde mi punto de vista, la historia del soldadito americano "adoptado" por toda una aldea de samurais me parece, cuanto menos, inverosímil. Sin embargo sí he de decir que la película me gustó por una razón de peso: gracias a ella me he interesado por la filosofía de estos guerreros japoneses.
Un modo de vida espartano donde el honor ocupaba un puesto trascendental. Tanto, que si se perdía solamente podría ser recuperado con el seppuku o suicidio ritual. Una disciplina férrea que gobierna el día a día del samurai desde la cuna. Sí, una existencia dura pero también llena de armonía y de equilibrio.
Los actos de los samurais se regían a través del Bushido o "camino del guerrero". Siete normas a seguir de las que nosotros podríamos aprender mucho o que, al menos, podrían servirnos para reflexionar: "Un samurai recibe respeto no sólo por su fiereza en la batalla, sino por su manera de tratar a los demás" / "Las palabras de un hombre son como sus huellas: puedes seguirlas donde quiera que él vaya" / "Álzate sobre las masas de gente que temen actuar. Ocultarse como una tortuga en su caparazón no es vivir".
Algo que también me llamó mucho la atención de la película es la lucha entre la tradición y el progreso avasallador de la globalización. Yo, personajllo un tanto anacrónico, me identifico por regla general con el pasado y siento un profundo respeto por las formas de vida de cada pueblo, por las tradiciones perdidas. Creo que hoy en día sufrimos una grave crisis de identidad. Si nos preocupáramos más por saber de dónde venimos, tal vez supiéramos con mayor exactitud hacia dónde vamos. Quizá.

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