lunes, junio 30, 2008

Piel muerta

Cuando las serpientes mudan de piel, ¿les dolerá? Sentir que se desprenden las escamas viejas, muertas. Lo cierto es que resulta complicado prestar atención a ese pellejo traslúcido y retorcido, evitar que los ojos no reparen en el brillo verdoso de ese cuero recién estrenado. Más imponente aún, más radiante. Dispuesto a enfrentarse al suelo sobre el que ha de reptar. Preparado para proteger un interior delicado pero flexible...

Tal vez. Seguro que es una sensación agradable. Esa de verse crecer, de dejar atrás algo que se ha quedado pequeño... Pero también resultará dolorosa, en ocasiones. No en vano, se deshace de una parte de sí misma dejándola en el camino. Así, además, advierte del peligro que puede correr aquel que se cruce con ella.

Dicen que así también cura heridas y se limpia de parásitos. Lentamente, como si no fuera con ella. Sangre fría de reptil indolente. Actitud maquiavélica de quien dispone de todo el tiempo del mundo para tejer venganzas, de sopesar pros y contras, de calcular posibles reacciones para cada una de sus presas. Y todo sin perder la compostura. Sin emitir un sólo grito. Sin guardar luto por lo que ya no es. Quizá sea algo digno de elogio. Pero puede que sea, en cambio, algo tan natural como cruel.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Que sepas que estoy apunto de robarte un par de frases para nicks..

1/7/08 22:05  
Blogger Covadonga del Peso said...

Tuyo es ;)

2/7/08 00:42  
Anonymous Anónimo said...

¿Vas a hacer como la serpiente?

3/7/08 14:40  

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