martes, octubre 10, 2006

Discurso vacío



Muerta de sueño, sin apenas nada que decir. Deseando que llegue el invierno. Deseando tomarme unas vacaciones para marcharme lejos. Lejos de todo y de todos... o de casi todos. Cansada de tomar todos los días el mismo tren, de cruzarme con los mismos rostros inexpresivos, de ver a través de la ventanilla los mismos paisajes urbanos, las mismas estaciones, los mismos sonidos, sintiendo el mismo crónico cansancio. Como un buey que sólo puede mirar el camino que tiene delante, sin poder fijar sus ojos en lo que hay al otro lado de la vereda. Hoy como ayer y mañana como hoy. Sin alicientes. Sin acontecimientos que cambien el sentido de los días, aunque no de las noches, que son mi pequeña tregua cotidiana.
¡Qué pena que no podáis escuchar la canción que suena de fondo! Dice tanto... Me dicen tanto.
Así quiero estar, como el autor de la canción. Sentada en cualquier sitio, a cualquier hora, viendo la vida pasar, la vida de otros. A veces me gustaría ser invisible. Observarlo todo sin ser observada, sin prisa, con la única intención de analizar el mundo que me rodea y al que a veces no presto atención, sólo por formar parte de él.
Os abandono, no quiero continuar con mi discurso vacío. Prometo mayor fortuna para una próxima ocasión.

Etiquetas:

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La repeticion de la rutina diaria tiene sus ventajas.
Cuando no te apetece pensar, puedes hacerlo sin problemas. Puedes ver pasar las horas sin mas diferencia que la intensidad del sol.
Blanco, vacio, hueco.
Puedes hablar con la gente que te rodea, comprar dulce de leche, ordenar tu cuarto, llamar a papa y mama, quedar con un amigo para tomar cerveza y aun asi no estaras alli.
Y nadie lo notara. Puedes agarrarte a las 2000 rutinas de la vida sin que nadie llegue a notar que no estas.
Que aun no te has levantado.

Genial cancion,si tienes ocasion,escucha "lo que anda muerto" de Jose Antonio Delgado

10/10/06 16:34  
Blogger Unknown said...

Ehhhhhhhhhhhhh... ¡¡¡nada de venirse abajo!!! El otoño es un poco cabrón para las depres... yo he estado a punto de casarme con el Lexatin hasta que la euforia nos separe... pero luego siempre sale el sol, ¿eh? Te lo digo por experiencia... Arriba!!! Vamos!!!

14/10/06 15:47  
Anonymous Anónimo said...

Pues a mi me alegra un montón encontrar en el andén tomando juntas ese último tren...

15/10/06 02:31  

Publicar un comentario

<< Home