jueves, septiembre 28, 2006

Yo, San Miguel y Sevilla

Pues sí, señores, ya pasó, ya pasó. Tantos días esperando y todo vuela a la velocidad de la luz. Ni siquiera da tiempo a pedir un deseo antes de que el cometa desaparezca, aunque la estela perdura y la vemos cuando cerramos los ojos, o cuando los abrimos a la hora en la que suena el despertador y las obligaciones diarias recorren la pantalla de la mente de forma atropellada.
Debería dedicar un post a cada día y buscar la definición perfecta para referirme, uno a uno, a los gestos, los nervios, el miedo. Las sensaciones, los sabores, los olores, las miradas. El color, la luz, las palabras. La responsabilidad, la debilidad, los besos. Tan sólo puedo decir que, si la suerte sigue estando de mi parte, el de San Miguel debe calificarse como fin de semana premonitorio.
Cumplí con mi obligación. Algunos opinan que salí airosa. En cambio, en mi cabeza no hace más que resonar la palabra "mediocre", que se dedica a señalarme con el dedo y a sacarme los colores. No se le pueden pedir peras al olmo, y más cuando al olmo aún le tienen que crecer muchas ramas. Sin embargo, tengo que confesar que me ha picado el gusanillo y que la experiencia no pudo ser más gratificante. Además, conocí a Antonio Ramos "Gaoneras", compañero periodista de desdelcallejon.com. Agradable e interesante compañía sevillana con la que intercambiar pareceres parecidos, al cual devuelvo el saludo e invito a atravesar Despeñaperros allá por el mes de mayo.
Pero todo ha sido mucho más que eso... Javier Ruibal ha puesto música a estos cuatro días con nombre propio y domicilios varios. Sevilla continúa siendo Sevilla, cada vez más unida a mi historia y mis recuerdos. Yo sigo siendo cada vez más yo. No pararé hasta descubrirla a ella y a mí misma por completo y a la vez. ¿Declaración de intenciones? El guante ya está arrojado.
De momento, os dejo en la impagable compañía del cantautor portuense:




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lunes, septiembre 18, 2006

Análisis

Abulia. Mis días se suceden entre una "redacción" situada en un barrio pijo madrileño, la cama sobre la que caigo agotada con demasiada frecuencia y un ordenador encendido en mitad de la noche.
Deseo. Una fecha fijada cada vez más próxima es el único objetivo que mantiene la sonrisa de forma permenente en mi rostro.
Miedo. La responsabilidad añadida de forma imprevista a ese viaje me mantiene en guardia. Puedo caer o puedo subir. Es más probable que suceda lo primero que lo segundo. Una conoce cuáles son sus limitaciones. Pero también se considera valiente... a veces.
Maestranza. Supongo, deduzco que, para bien o para mal, pasará a ser uno de los lugares de mi "geografía personal". Increíble que tenga que ser ella precisamente. Ella, llena de aristocraticismo y mamoneo pero, como diria Bécquer... ¡Tan hermosa!
Alatriste. Prometí una crítica, como buena seguidora que soy de las aventuras del soldado del viejo Tercio de Cartagena. La desgana me impide, por ahora y de forma indefinida, escribirla. Por lo pronto, diré que la escena final es lo mejor. Recoge la esencia de la película y, lo que es más difícil, de los libros. Por cierto, Diego existía antes de Viggo Mortensen (cuya interpretación, a mi juicio, sólo merece elogios).
Orgullo. Por fin soy Licenciada. Me costó, pero por fin lo soy. Un título que deberá costarme en torno a 135 euros, una orla con falsa beca roja en sustitución de nuestra correspondiente muceta gris (capricho de algunos futuros e ignorantes periodistas) y una larga lista de frustraciones será lo que me quede. Miento. Serán los recuerdos.
Esperanza. La hay y mucha. Sólo tengo que enfrentarme al folio en blanco y, de nuevo, al brillo de tus ojos.

Alea iacta est. Que Dios reparta suerte...

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lunes, septiembre 04, 2006

¡¡Ha habido sobre!!

¡¡Ha habido sobre!! Como dirían mis compañeros de andanada... No resulta sorprendente, en absoluto, pero, quizá, desde mi humilde punto de vista, las cosas se pueden hacer de forma más discreta. Je ne sais pas.
Sin embargo, ¿¿a que no sabían ustedes, aficionados, que las ferias más interesantes, las plazas en las que se vuelcan más los consistorios municipales, los abonos más en alza y los ejemplos taurinos a seguir por las demás ciudades que dan toros son Huesca, Antequera y Santoña (eso, por lo pronto)??
Manda huevos...
¿Lo próximo, qué será? ¿¿Navalvillar de Pela, Retuerta del Bullaque (que existen, lo juro. Si algo estoy aprendiendo es geografía)?? Tan sólo le falta ponerse una pegatina en la frente (que por espacio no será) en la que ponga: "Se cambia pregón taurino por suma considerable. Limpieza de posaderas con lengua garantizada".

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