lunes, abril 23, 2007

Que... que...quetequieromucho

"Es como un cachito de pan". Así es como siempre la defino y no me falta razón. Si todos fueran como ella las guerras no existirían, ni los rencores, ni el daño causado a conciencia, de eso estoy segura. Nunca me ha registrado el bolso ni ha dudado de mi palabra. De hecho, cuando tenía que mentir (que buenas bolas he metido por causas de fuerza mayor, léase "chicos") siempre lo creyó todo a pies juntillas, o eso me parece a mí.
Y es que hoy cumple 63 años y doy mi palabra de que no sabe lo que es ser mala. Bueno sí, como todo Tauro, cuando se cabrea, tiene más cojones que el caballo de Espartero y se pone "más pesá que una vaca en brazos", pero es que algo tenía que tener, en caso contrario sería perfecta. Además, de algún lado me tenía que venir a mí también el mal genio, que los genes no se han olvidado de transmitírmelo.
Mío suyo también es el pelo negro, la piel morena, y algunos de esos gestos que me voy descubriendo a medida que pasan los años. Incluso sin verme, sé que está en mi forma de mirar, en mi voz. Como ella, tampoco sé qué significa decir que no y me tomo muy a pecho determinadas cosas.
De hecho, esta noche ha llegado a casa cabreada. Vuelve de Mallorca y no ha pisado la playa por culpa de voluntades ajenas. "Ya sabes Covi, esas cosas que te hacen y te caen mal". (Si tú supieras, mamá, que yo de eso sé mucho... Las dos nos callamos como perras y terminamos reventando, ¿eh?) "Pues no te creas, que les he dicho que yo cedo siempre con ellas, que porque cedan un día conmigo tampoco va a pasar nada" (Si es que somos madre e hija...)
Su vida no fue un camino de rosas. No lo fue y sigue sin serlo. Nació en plena posguerra y en el colegio, para algunas compañeras, siempre fue "roja", pero eso forma parte de otra historia que tal vez cuente aquí algún día. Tan sólo pretendo rendirle un homenaje, sin que ella lo sepa, aunque ahora que llego al final pienso que este mojón no es lo que se merece, precisamente. Que no es mi noche y que tengo tantas cosas que decirle que no sé ni tan siquiera cómo enlazarlas, cómo darles forma:
Que... que... que gracias por todo.
Que... que... que no me imagino nada sin ti.
Que... que... quetequieromucho.
Que feliz cumpleaños, mamá.
Que... eso.

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4 Comments:

Blogger Unknown said...

Felicidades, pues. A las dos. A la madre, por el cumple y por tener una hija así. A la hija, por lo de siempre... por ser como eres, o como intuyo que eres... ¡¡que sigo sin conocerte, coño!!

23/4/07 18:07  
Anonymous Anónimo said...

Si no le has dicho lo que sientes, díselo, no te arrepentirás y Ella siempre lo recordará.
Besos desde Alicante

26/4/07 02:23  
Anonymous Anónimo said...

Sólo por que le hayas escrito ésto le habrán merecido la pena los dolores del parto.

29/4/07 23:04  
Anonymous Anónimo said...

Que bonito! Enhorabuena. Por tener esos sentimientos. Por escribir así. Y porque... madre no hay mas que una. Y la tuya... es afortunada por tenerte. Seguro.

1/5/07 13:55  

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