Still haven't found
Todo está oscuro. Acaba de abrir los ojos. La luz de las ocho de la mañana entra por la ventana de su cuarto, pero sigue sin ver nada.
Echa el pie con desánimo a la alfombra. Tambaleante, se coloca a duras penas las zapatillas de estar por casa y aún entre sueños se dirige hacia el cuarto de baño. Piensa: "¿Qué hay de bueno para hoy?" Responde: "Nada". "Entonces, ¿por qué despertar?" Responde: "No hay más remedio" Pregunta: "¿Hasta cuando?" Responde: "No lo sé".
Cabizbaja, coge braguitas limpias, el calefactor y abre el grifo de la ducha. El agua caliente no ayuda a desperezarse. Realmente no quiere hacerlo. Se reafirma en su idea de que son como pequeños plazos diarios que se da para retrasar el momento.
La leche caliente por la mañana, el cigarro después de salir de trabajar, la canción que escucha poco antes de acostarse, su sonrisa de medio lado. Poco más. Plazos, sólo plazos. Pequeñas muestras en sobres de plástico para comprar Felicidad.
La cuestión está en saber dónde se vende.
Etiquetas: Al descubierto, Jugando a ser escritora
6 Comments:
Ya era hora d que te dignaras a aparecer,petarda
No se donde se vende pero seguro que si la buscas, la encuentras ;)
Ánimo y cualquier razón es válida para levantarse x la mñn ¿has visto que sol más bonito hay hoy?
Covi, si supiera dónde se vende habría empeñado mis pocos ahorros en comprarla. La mitad de las existencias para tomar y la otra mitad para llevar, envuelta en papel de regalo, para obsequiar con ella a quienes, como tú, buscan y no encuentran, pero en realidad merecen que sean ellos los encontrados.
Gracias por visitarme. Besos.
Por cierto, tienes un regalito en mi blog...
Joder, comienzas a acercarte un poco a mi dolor de estar vivo.
En el fondo eres tan depresiva como yo sólo que sabes disimularlo mejor.
un abrazo.
Enhorabuena por el blog, recibe un saludo del Foro Crítico Cultural de Fuenlabrada!
Salud y Ánimo!
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