domingo, junio 17, 2007

Día D, hora H

José Tomás acaba de iniciar el paseíllo en la Monumental de Barcelona, vestido de purísima y oro, como no podía ser de otra forma. El acontecimiento taurino del año se ha producido hace escasos segundos, en presencia de la mitad de mis contactos de blog, de mi jefe, de mi antiguo jefe y de algún que otro compañero más.
Mientras, a más de 600 kilómetros de distancia, escucho la cerrada ovación, que el público asistente dedica a José Tomás, a través de los altavoces de mi ordenador con los cinco sentidos, y algún que otro más, puestos en la voz de Juan Ramón Romero. Creo que no hace falta decir que me da envidia, aunque, sinceramente, creo que seguir la corrida sentada en mi escritorio y echándole imaginación por mi parte es algo más propio de mí.
En estos momentos prefiero imaginar qué es lo que estará pasando por la cabeza de José Tomás. Qué debe sentir alguien capaz de concitar tanta expectación sin apenas abrir la boca para ser escuchado por aquellos que le admiran. Cómo habrán sido las horas previas a este momento, epílogo de cinco años de ausencia transcurridos en el más rebuscado anonimato y no se sabe si en la más absoluta tranquilidad, aunque él diga que no. Por lo pronto, estoy segura de que es el día D y la hora H para hacer frente a aquellos que le esperan, sí, pero limpiando el fusil y cargándolo de balas, por si las moscas.

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1 Comments:

Blogger Chapu Apaolaza / Francisco Apaolaza said...

Una gran tarde Covadonga. No es mala la imagen tuya sentada con la radio... pobre.

19/6/07 12:38  

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