Ordinary World
A partir del jueves ya nadie podrá encontrarme en la calle con nombre de pintor sevillano. Velázquez se suma así a los lugares que fui abandonando a medida que superaba cada periodo vital: Santa Teresa, Dolores Ibarruri, Carlos III. A partir del jueves, dejaré de cruzarme por la calle con pijos encantados de haberse conocido a sí mismos, con niñas excéntricas, con chicos de pelo lacio calculadamente desordenado, con poderosas cuentas bancarias. Mis vaqueros de camuflaje, mi cazadora de cuero y mis camisetas de 10 euros de Stradivarius dejarán de asimilarse a calvos en peluquerías.
No abandono el periodismo, tampoco los cuernos, pero sí debo anunciar que los únicos textos que lleven mi nombre impreso sólo podrán leerse aquí, en mi blog. Ha llegado el momento de bajarse del tren para hacer trasbordo con destino Aúnnosesabemuybiendonde. Me limito a seguir mi camino. En él sólo voy dejando livianas huellas de gaviota, de esas que se borran cuando sube la marea. Todavía no he aprendido a pisar fuerte y creo que es algo que nunca lograré hacer.
P.D: Cierto Rosa, estoy segura de que sabías muy bien por dónde iban los tiros ;)
P.D2: There's an ordinary world somehow I have to find
Etiquetas: Al descubierto
2 Comments:
Mucha suerte en tu nueva andadura!!! espero que seas muy feliz y que te todo a pedir de boca. Afróntalo como lo que es, una nueva experiencia en tu corta vida.
Ahora que te vas de Velázquez, el banco del número 53 va a estar muy vacío!!!
Un beso desde el Mediterráneo
Gracias Javi. El banco de la calle Velázquez cada vez se queda más vacío... Bueno, ahí está Carlos que sigue con la "narcosala", como la llamó una vez en Aplausos...
¡A ver si te pasas por Madrid! ¿Sabes? Hoy (31) hace un año que fuimos juntos a los toros a ver la de Palha :D
¡Un saludillo!
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