lunes, abril 17, 2006

Hay un carcelero en cada esquina de la habitación, en cada esquina de la casa. Su competencia se extiende a cada uno de los lugares por los que va, le persiguen sin dejar de observar cada uno de sus movimientos, de sus gestos, sin dejar de escuchar cada una de sus palabras. Ella no deja de sentir sus ojos clavados en la nuca. A veces se resigna, otras se rebela. Casi siempre sus esfuerzos son vanos y los carceleros ganan la partida.
Ocupa su mente en urdir diferentes planes para hallar la salida y los guarda bajo clave en una caja fuerte imaginaria, esperando el día señalado para ponerlos en marcha.
El domingo es el garbanzo negro de la semana.

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3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Tienes mucha sensibilidad. Qué bonito.

Besos,

19/4/06 11:36  
Anonymous Anónimo said...

nice post, it's really interesting for me today, thx

27/6/07 21:48  
Blogger R. said...

No se porque pero tu relato me recordó esos cuadros o fotografias que parece que te siguen con la mirada te pongas donde te pongas.

Desalmados carceleros! seguro que el plan triunfa y logra escapar el día menos pensado.

22/10/07 19:45  

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