jueves, agosto 24, 2006

Una caricia tuya bastará para sanarme

Hace apenas unos minutos comprendí lo fácil que resulta echarlo todo a perder por un mal pensamiento. Quizá sea el ciclo menstrual, que está a punto de completarse; tal vez esa melancolía que no me abandona, ni tan siquiera en los buenos momentos, ha querido hacer hoy acto de presencia; a lo mejor se trata del instinto de conservación, que a fuerza de experiencias se ha ido haciendo un hueco en los recovecos de mi (¿voluble?) personalidad.
Algo se gesta. A veces puedo escuchar el latido de su corazón, con ritmo acompasado y lento. Sano. Lleno de vida. Quizá precisamente por ser todavía un feto en proceso de formación, cualquier golpe asestado en el vientre donde crece día a día puede resultar mortal de necesidad. Una cornada en pleno pecho, como aquella de la que se cumplieron veinte años por estas fechas la anterior temporada, llevándose la vida de un joven lleno de ambiciones e ilusión. (¿Por qué lo recuerdo precisamente ahora?)
Miedo. Incredulidad. Celos. Inevitable. Demasiado humana. Demasiado impulsiva. Demasiado. Poco. Mucho. Todo. Tú.
Sin saber muy bien lo que digo, en mi habitación azul (como aquella que pintó Van Gogh), a media luz, dejándome los ojos y un pedacito de alma en el ordenador, suena una triste (no podía ser de otra forma) canción de Ismael Serrano. "Si te vas, los árboles del parque seguirán muriendo, y también mi fe. Seguiré olvidándome las llaves al salir de casa, y quizá en tu piel haya quien esconda allí su cansancio, también sus temores, o quizá sus labios".
La noche, tal vez, que me hace vomitarlo todo. Vomitarlo, esa es la palabra. Me marcho con la música a otra parte (léase cama). Mi colchón continúa estando hecho para dos. El problema es que el único en ocuparlo es un cuerpo cuyo norte apunta hacia el sur.

Etiquetas: , ,

7 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Qué meloso y qué templaíto que lo escribes, Covi. Leer tus post es como acurrucarse bajo el edredón en una noche de diciembre. Me aflojas las articulaciones y los pensamientos. Con lo de tu invitación a compartir cama contigo precisamente aflojarme no me aflojas nada. Y es que la vida, amiga, es puro contraste.

24/8/06 11:20  
Anonymous Anónimo said...

Acabo de flipar porque hace 30 segundos esa canción sonaba por mis cascos...
y entonces la empatía ha hecho acto de presencia más que nunca antes en este alma vibrante. Será este domingo marrón??? Malditas despedidas...

28/8/06 02:29  
Anonymous Anónimo said...

Trasnochas demasiado... debe ser que Fuenlabrada no te deja dormir? Es un placer pasarse por aquí.

Ismael es uno de los grandes para mí, por supuesto. Y dime, esa historia tuya es experiencia propia? Si es así, me gustaría conocerla completa. Si no, también xD

28/8/06 10:37  
Anonymous Anónimo said...

Mas que cosas del ciclo pre-menstrual yo diría que es por culpa del final del verano.
A ver si quedamos y me cuentas como te ha ido la semana, ademas, tenemos pendiente nuestra cita con Diego (ñe ñe ñe) y quizá la jornada de tapas

Besos señorita.

29/8/06 23:04  
Blogger Moeh Atitar de la Fuente said...

¿Para cuando tu critica sobre Alatriste, la película?

2/9/06 18:12  
Blogger Covadonga del Peso said...

¡Hola Moeh! Pues para cuando la vea :( Hasta la semana que viene nada... Pero bien, te veo muy hábil. Es evidente que lo próximo que escriba será sobre la película que llevo esperando tela de tiempo. ¡Un saludo!

2/9/06 19:01  
Anonymous Anónimo said...

Hola!

Ya tengo blog!

¿Qué tal todo?

3/9/06 20:50  

Publicar un comentario

<< Home